Pymes en el Gran Buenos Aires: Dinámica, Desafíos y el Caso Testigo del Partido de Morón

Las pequeñas y medianas empresas (Pymes) representan más del 99% del tejido empresarial argentino y concentran el 65% del empleo privado formal. Su peso económico y social es indiscutible, pero su sostenibilidad está en jaque: el 80% no supera la tercera generación. Esta fragilidad estructural se manifiesta con mayor agudeza en las regiones urbanas complejas y densamente pobladas como el Gran Buenos Aires (GBA), donde las Pymes no solo son actores económicos sino también agentes de cohesión social y dinamismo territorial.

En este contexto, se propone analizar la situación de las Pymes en el GBA, poniendo foco en el caso del partido de Morón como ejemplo ilustrativo de una realidad compartida por otros municipios. Se busca identificar patrones estructurales, dificultades comunes y potencialidades, considerando variables como la eficiencia productiva, la gestión administrativa, la tecnología aplicada, y la articulación con el entorno institucional y territorial.

En Argentina, los primeros intentos de definición jurídica unificada surgieron recién en la década de 1990. Previamente, no había un criterio homogéneo y distintas normas aplican definiciones dispares. La Ley N° 24.467 de 1995 marcó un hito al establecer parámetros combinados. 

Posteriormente, la Ley N° 25.300 de 2000 refinó la definición incorporando tres indicadores cuantitativos: personal ocupado, ventas anuales y valor de los activos, requiriendo además un criterio cualitativo de independencia (que la empresa no esté controlada por una compañía de mayor tamaño).

Es decir, para ser considerada Pymes, la firma no debía superar ciertos límites en esos tres parámetros y no debía pertenecer a un grupo económico grande. Con los años, la regulación argentina simplificó la clasificación poniendo énfasis principalmente en el volumen de ventas, por ser un indicador integrador de la escala empresarial. Actualmente, la definición legal de Pymes en Argentina se basa casi exclusivamente en umbrales de ventas anuales por sector de actividad (excluyendo IVA e impuestos internos)​, actualizados periódicamente por la autoridad económica. 

Con la Resolución 30/2024 de la Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo, que rige desde el 1 de abril del 2024, se modificaron los topes para ser Pymes en distintos tramos y actividades.

En el marco de su evolución histórica, de acuerdo a lo expresado por F. Kaufmann, y M. Tesfayobannes, M. (1997) en Una política de promoción efectiva de las Pyme como un elemento de reorientación económica en países en desarrollo la teoría económica de las décadas previas a los años 80s, consideraban a las MIPYMES como signo de sub-desarrollo económico, como si las empresas de menor tamaño estuviesen envueltas en un estadio de crecimiento menor que las grandes empresas, estableciendo con la dimensión de estas una relación directa con la evolución de la economía nacional; por lo tanto, las MIPYMES estaban destinadas a desaparecer una vez que el país se desarrollara, siguiendo el curso natural de la evolución económica

Las Pymes en el Gran Buenos Aires: Estructura y relevancia

La región del GBA concentra aproximadamente el 30% de la población total del país y un porcentaje aún más alto de la actividad económica nacional. Más del 70% de las Pymes argentinas se ubican en cuatro jurisdicciones: CABA, Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. Dentro de este conglomerado, la Provincia de Buenos Aires aglutina el 30,7% de todas las firmas Pymes registradas.

Estas empresas cumplen un rol clave como generadoras de empleo, dinamizadoras del mercado interno y canalizadoras de la iniciativa emprendedora. Aportan el 50% del empleo asalariado registrado, el 46% de la facturación privada y el 16% de las exportaciones nacionales. Su incidencia es aún más notable en el GBA, donde contribuyen también al equilibrio territorial y a la inclusión social en zonas de alta vulnerabilidad.

Sin embargo, estas virtudes contrastan con una serie de debilidades estructurales. Las Pymes del GBA operan en un entorno macroeconómico volátil, con presión impositiva, burocracia regulatoria, escaso acceso a crédito y carencias tecnológicas. También enfrentan tensiones específicas del entorno urbano: competencia intensa, altos costos logísticos y desarticulación con cadenas de valor formales.

A partir de estudios recientes y relevamientos sectoriales, se identifican cinco grandes desafíos comunes a las Pymes del conurbano:

  • Financiamiento restringido: Sólo una minoría accede al crédito bancario. 
  • Alta carga tributaria: La multiplicidad de tributos (nacionales, provinciales y municipales) genera un entorno fiscal complejo y oneroso. 
  • Falta de formalización y gestión profesional: Un porcentaje significativo de las Pymes opera con estructuras familiares o informales, sin delimitación clara de roles ni planificación estratégica. 
  • Limitaciones tecnológicas: A pesar del crecimiento en la disponibilidad de herramientas digitales, muchas Pymes del GBA no han incorporado software de gestión, plataformas de comercio electrónico ni tecnologías productivas básicas. 
  • Capacidades humanas insuficientes: Existe una marcada escasez de perfiles técnicos y profesionales capacitados, en especial en ramas industriales y oficios calificados. 

En muchos casos, las Pymes del conurbano funcionan en un contexto de “supervivencia permanente”, donde el día a día impide pensar en estrategias de mediano o largo plazo.

Caso testigo: Morón como microcosmos del GBA

Morón, con más de 950 Pymes registradas, es un ejemplo representativo del entramado productivo del GBA. Su estructura económica mixta, con sectores industriales, comerciales y de servicios, refleja la diversidad del conurbano. Además, la ubicación estratégica del distrito, su conectividad con los principales corredores de transporte y su oferta educativa terciaria y universitaria, refuerzan su perfil como polo urbano-industrial clave del oeste bonaerense.

Los principales hallazgos del diagnóstico realizado en el partido revelan:

  • Carencia de procedimientos normalizados: muchas empresas no cuentan con registros sistemáticos de sus procesos productivos o administrativos, lo que impide establecer estándares de calidad o implementar mejoras continuas.
  • Baja adopción de herramientas tecnológicas: un número considerable de Pymes aún gestiona su actividad con herramientas manuales o no integradas, lo que limita su competitividad y su capacidad de respuesta.
  • Falta de capacitación específica: se evidencia escasa formación en gestión, planificación y habilidades técnicas, tanto en niveles directivos como operativos.
  • Presencia dominante de micro y pequeñas empresas con estructura familiar: este tipo de organización, si bien permite flexibilidad, también presenta limitaciones para delegar funciones, innovar y sostener el crecimiento a largo plazo.

El caso Morón permite analizar en profundidad los mecanismos de adaptación (o su ausencia) frente a exigencias crecientes del mercado, regulaciones más estrictas y transformaciones tecnológicas. Su evolución reciente, marcada por la reactivación post-pandemia, muestra también la necesidad de políticas públicas activas y coordinadas. Además, destaca la relevancia de generar instancias de articulación entre municipios, universidades, cámaras empresariales y organismos de financiamiento para consolidar un ecosistema productivo dinámico y resiliente.

El abordaje combina teorías clásicas y contemporáneas en torno a la dinámica de las Pymes, con especial énfasis en su aplicabilidad en contextos urbanos heterogéneos como el conurbano bonaerense:

  • Ciclo de vida empresarial: Permite comprender en qué etapa se encuentran las Pymes del y qué desafíos enfrentan en cada transición. 
  • Eficiencia productiva: se retoman enfoques vinculados a la frontera de eficiencia técnica y el uso de indicadores clave de desempeño (KPIs). 
  • Sistemas de información y toma de decisiones: Se plantea que las empresas más exitosas son aquellas que logran adaptar sus procesos informacionales a las exigencias del entorno, implementando herramientas como ERPs, softwares de stock y análisis de ventas.
  • Capital social y articulación territorial: desde la teoría de los clusters y redes de valor se enfatiza el valor de operar en ecosistemas locales donde existan relaciones de cooperación, confianza institucional, intercambio de conocimiento y apoyo público. 

Enfoque teórico: criterios para identificar Pymes y técnicas para sistemas de desarrollo eficientes

El análisis de las pequeñas y medianas empresas en el contexto urbano del Gran Buenos Aires requiere de herramientas teóricas y técnicas que permitan definir con precisión sus características estructurales, organizativas y operativas. En este sentido, más allá de clasificaciones legales o fiscales, existen enfoques analíticos que contribuyen a determinar cuáles unidades productivas pueden ser consideradas Pymes en función de su estructura interna y de sus prácticas de gestión.

Entre los principales elementos a considerar se destacan:

  • Tamaño económico y estructura organizacional: se consideran parámetros como volumen de ventas, personal ocupado y nivel de activos aplicados al proceso productivo, complementados por indicadores cualitativos como la independencia de capital y la ausencia de integración en grupos económicos mayores.
  • Capacidad operativa y nivel de formalización: se analiza si la empresa cuenta con procesos definidos, manuales de procedimiento, registros sistematizados, y si sus operaciones se sostienen sobre una lógica profesional o artesanal.
  • Tecnologías aplicadas: se observa el grado de adopción de tecnologías de la información, automatización de procesos y uso de herramientas digitales para la gestión.
  • Rasgos organizacionales típicos: como la propiedad familiar, gestión centralizada en el fundador, baja especialización funcional, y escasa diferenciación entre niveles jerárquicos.

Para identificar y caracterizar estos aspectos, existen diversas técnicas que permiten evaluar la eficiencia y madurez de los sistemas de desarrollo en las Pymes:

  • Relevamientos estructurados mediante cédulas de datos, que recogen información estandarizada sobre producción, administración, finanzas y recursos humanos.
  • Matrices de evaluación de procesos (como las utilizadas en sistemas de gestión de calidad), que permiten identificar cuellos de botella y áreas críticas de mejora.
  • Entrevistas semiestructuradas con actores clave (propietarios, gerentes, mandos medios), que aportan evidencia cualitativa sobre prácticas reales de gestión.
  • Análisis comparativo de indicadores sectoriales, que permite ubicar a la Pyme dentro del desempeño medio de su rubro y tamaño en la región.

Este conjunto de herramientas permite no solo seleccionar empresas que puedan ser clasificadas como Pymes en sentido técnico, sino también proponer estrategias diferenciadas de fortalecimiento según el nivel de desarrollo de sus sistemas.

En este marco, lo analizado en el caso del partido de Morón resulta especialmente valioso: por su diversidad sectorial, estructura urbana consolidada y densidad Pyme, permite construir un diagnóstico extrapolable a otros municipios del GBA con características similares, como San Martín, Avellaneda, Tres de Febrero o Quilmes. La identificación de patrones comunes en términos de debilidades, fortalezas y oportunidades es clave para diseñar políticas públicas regionales con mayor grado de precisión y efectividad.

Las Pymes del Gran Buenos Aires representan una oportunidad estratégica para el desarrollo económico inclusivo. No obstante, sus condiciones actuales las mantienen en una posición de fragilidad sistémica.

Para poder solucionar esta problemática es fundamental:

  • Profesionalizar la gestión de las Pymes mediante capacitación y herramientas digitales.
  • Mejorar el acceso a financiamiento con garantías estatales y mecanismos alternativos.
  • Simplificar y armonizar regulaciones entre niveles de gobierno.
  • Fortalecer los clústers productivos y cadenas de valor locales.

El fortalecimiento de las Pymes en el GBA es una condición necesaria para un desarrollo sustentable y territorialmente equilibrado. El Estado, las universidades, las instituciones financieras y las propias empresas tienen la responsabilidad compartida de crear las condiciones para que estas unidades productivas no solo sobrevivan, sino que prosperen y escalen en calidad y competitividad.

El presente artículo forma parte de la investigación “Desarrollo de procedimientos productivos de las Pymes del municipio de Morón para elevar sus estándares de calidad” que bajo el Nro. 80020230100073UM es financiado por la Universidad de Morón

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