Transformación digital low cost

Internet me abre la puerta al mundo, pero también ingresan competidores de todas partes del planeta. ¿Cómo compito en esas condiciones? Hace unos meses estaba encarando un proceso en que cual me evaluaban en la implementación de software de aplicación, para empresas de España, pero compito contra gente de todo el mundo. Incluso a nivel local ¿por qué la farmacia de la esquina está llena de gente, y la mía no? ¿Qué tienen que ver ambos con la economía digital?

Si bien la transformación digital nos hace referencia a tecnología, innovación, disrupción, y aprovechamiento de oportunidades, veremos que la transformación es más cultural que tecnológica. De nada me sirve tener un sitio web, publicar mis artículos en una tienda virtual, contar con un ERP, así como un CRM, publicitar en redes sociales, si estamos respondiendo consultas sobre los precios una y otra vez todos los días, pudiendo destinar ese tiempo a tareas que agreguen valor.

¿Vendo en un bazar virtual, en mi local físico, o complemento ambos? ¿Cómo genero tráfico, tanto a nivel presencial como virtual? Y más importante aún ¿cómo llego a mi buyer persona? Las redes sociales como aliados, la importancia de la reputación online, y Whatsapp versus las herramientas de colaboración son algunos de los temas clave a considerar en la economía digital.

¿Cuáles son las tecnologías que podemos aprovechar con poco presupuesto, o incluso de forma gratuita? ¿Whatsapp? ¿Telegram? ¿Slack? ¿La versión gratis de la nube de Google Drive, iCloud, Dropbox, Box o Onedrive? Si me organizo bien, son plataformas excelentes. Depende nuestra necesidad, existen herramientas informáticas con versiones gratis para proyectos, e-mail marketing, manejo de redes sociales, comunicación, innovación, administración de contactos, educación online, colaboración, entre tantos temas. Los gurúes y speakers internacionales hablan en LinkedIn de adaptación, cambio tecnológico, profesionalización y resiliencia.

Lo importante no es aprender nuevos conceptos o siglas para ser más tecnológicos (y hablar cool), sino ser más eficientes, utilizando herramientas informáticas, con el ERP como centro organizacional, con el fin de agregar valor a los usuarios de nuestros productos/servicios.

¿La economía digital trajo más trabajo, o eliminó cientos de empleos con la automatización y la inteligencia artificial? El chatGPT es muy interesante como herramienta, pero seguirá conviviendo con Google y no reemplazará el razonamiento humano y análisis fuera de la caja. Lo que sí puede ayudarnos es la automatización de procesos (en la carga de comprobantes, la aprobación de gastos, por ejemplo), los chatbots bien construidos, o la inteligencia artificial para detectar patrones, que nos seria dificultoso (o casi imposible) determinar, así como costoso. Pero todo esto es caro en el mundo PyME César ¿Hicimos el cálculo del tiempo que insumimos en realizar tareas que no agregan valor? 

¿La única opción para ser competitivos, además de invertir en innovación, es bajar costos? Sabemos que no, ya que es un combo de factores que apunta a la eficiencia organizacional. Podemos resumir algunos de ellos a continuación, junto con plataformas informáticas involucradas:

  • Whatsapp puede ser una herramienta de trabajo (prefiero Slack de todos modos), pero las notificaciones frecuentes nos distraen el foco de productividad (tanto personal como laboral). Definamos herramientas de comunicación (tanto interna como con clientes y proveedores) y colaboración (Google workspace, Microsoft Teams o gestores de proyectos).
  • Un ERP bien implementado, utilizando todos sus módulos, con usuarios capacitados que exprimen la información que se puede obtener, nos permite no solo cumplir con organismos de control, sino también aprovechar información de gestión para la toma de decisiones del negocio.
  • La experiencia que los clientes/consumidores/compradores tienen con nosotros, es la clave para generar usuarios fieles. Esto determinará nuestro grado de aceptación online así como el boca a boca offline.
  • Con el fin de contar con una única herramienta de gestión de las relaciones con los clientes, un software CRM nos permitirá no solo integrarnos a otras plataformas, sino también conocer qué nos compró quién, cuándo, y las cotizaciones que hemos realizado en un periodo de tiempo, entre decenas de indicadores.
  • Dependiendo el rubro en el cual nos desempeñemos (principalmente en la venta de servicios), es recomendable estar presentes con un perfil profesional en LinkedIn.
  • Fomentar internamente la cultura de innovación, es decir ser permeables a opiniones (tanto de colaboradores como de usuarios de nuestro servicio/producto), definir la factibilidad, realizar un testeo de la puesta en práctica y recalcular en base a los resultados.
  • Los usuarios/clientes en la actualidad requieren una velocidad de respuesta cada vez más rápida, debemos tener esa capacidad, o bien los potenciales clientes migrarán a la competencia. Si no podemos responder velozmente, ¿es posible tercerizar esa tarea?
  • Reputación online: íntimamente relacionado al concepto previo y a la calidad de servicio, no solo las redes sociales sino también nuestra presencia en internet, puede ser un arma que utilicen en contra nuestro, o bien un atomizador de perfume con fragancia de pétalo de jazmín, que atraiga a otros potenciales clientes a sumarse a nuestra experiencia de venta.
  • Aprovechemos las integraciones nativas entre plataformas informáticas. Es decir, aquellas que podemos encontrar en los marketplaces virtuales de la herramienta que estamos utilizando. Paralelamente, las API públicas de software(s), nos permiten que con un desarrollo, los sistemas estén en “la misma sintonía” y compartan información. Incluso podemos probar Zapier para entender como funcionan. Las integraciones entre plataformas informáticas, y las API serán aliadas para ser eficientes.
  • Debemos estar presentes en la red donde esta nuestro cliente, es decir, si nuestro cliente está en Facebook o Instagram debemos estar allí. Si nuestro comprador no utiliza las redes ni internet, debemos definir una estrategia que prime la presencia offline.
  • Si no ofrecemos un servicio que el cliente lo note como diferente, seremos una opción más, que competirá por precio entre las alternativas del usuario/consumidor. 
  • Nuestro sitio web es nuestra vidriera online al mundo. Si la vidriera está desactualizada y descuidada, esa será la impresión que tendrán nuestros visitantes. Las páginas amarillas y las revistas barriales fueron suplantadas hace años por la presencia de los negocios en buscadores y redes sociales, lo que le otorga al usuario el poder de creer y avanzar conociéndonos con algunos clics en cuestión de segundos.

Tanto siendo consumidores como emprendedores, transitamos la nueva economía desde hace años, en la cual cada vez es más difícil diferenciarse, y en caso que nos diferenciemos, intentarán copiarnos rápidamente. Decenas de negocios pelean al mismo tiempo por la atención de los usuarios, la clave será crear una comunidad fiel que nos acompañe y recomiende, tarea difícil pero que muchos negocios llevan a cabo a diario exitosamente.

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