En la edición N° 106, los miembros de la mesa directiva del Comité de Jóvenes de la Provincia de Buenos Aires, Marcos Puchi, Yamila Córdoba Natacha Bacigalupo, conversaron con GBA Profesional en el marco del encuentro que se realizó en la localidad de San Nicolás.
Durante la charla, nos contaron las diversas actividades que se realizan, la forma de organización y funcionamiento del Comité, además de la relevancia que tiene para el Consejo la participación de los jóvenes, quienes son fundamentales para el presente, pero también, en el desarrollo futuro de la institución como futuros dirigentes.
Brevemente, preséntense cada uno para que los lectores los puedan conocer
N: Natacha Soledad Bacigalupo, tengo 29 años, pertenezco a la delegación La Plata, formo parte del comité desde principios del año 2022, y actualmente estoy como Secretaria. Soy Contadora Pública y me gradué en la Universidad del Este, en la ciudad de La Plata.
Y: Yamila Daiana Córdoba, tengo 31 años, pertenezco a la delegación de Avellaneda, soy Contadora Pública graduada en la Universidad Abierta Interamericana, estoy matriculada desde el 2020 y participo en el comité desde el 2021, actualmente desempeño el cargo de Vicepresidenta.
M: Marcos Puchi, tengo 26 años y soy el actual Presidente del Comité de Jóvenes Graduados de la Provincia de Buenos Aires, marplatense y Contador Público. Me recibí en la Universidad Nacional de mi ciudad. Participó de manera activa desde el 2021 en la Delegación de General Pueyrredon.
¿Qué es el Comité de Jóvenes Graduados del Consejo y cómo se integra?
M: El Comité de Jóvenes Graduados se rige como un espacio fundamental donde los profesionales que buscan forjar su desarrollo, conectar con colegas y contribuir al crecimiento de nuestra institución y comunidad se encuentran. Este espacio encarna reuniones de aprendizaje, intercambio y colaboración. Es un foro donde se estimulan diálogos, se gestan propuestas, se comparten experiencias y se cultiva el trabajo conjunto. En esencia, el Comité actúa como un semillero de formación individual y colectiva, fomentando el crecimiento profesional y la evolución como líderes.
Para los jóvenes, este es el punto focal, el espacio que buscamos ocupar. La dinámica del Comité puede ser subdividida en dos aspectos: lo formal y lo informal. La faceta formal abarca ocho roles designados, donde se encuentra la presidencia, la vicepresidencia, la secretaría y los vocales. Estos cargos persiguen la representación de diversas zonas geográficas y posiciones políticas e institucionales dentro de nuestra institución.
Sin embargo, el corazón del Comité yace en su carácter informal, que se considera vital. Este está conformado por todos los jóvenes matriculados de hasta 33 años pertenecientes a nuestra institución. En nuestra última reunión, concretamente, contamos con la participación de alrededor de 55 personas que, en la práctica, forman parte activa del Comité. Esta integración también se refleja en las 22 delegaciones distribuidas a nivel provincial, que aportan una rica diversidad y representación geográfica.
En resumen, el Comité de Jóvenes Graduados representa un espacio donde los profesionales en formación pueden enriquecerse, colaborar y contribuir al avance de nuestra institución y la comunidad que la conforma. Es un espacio donde la formalidad y la informalidad convergen para fomentar el aprendizaje, el liderazgo y la representación a lo largo de toda la provincia.
¿Cuál es la importancia del Comité dentro del Consejo y para la actividad profesional?
N: El Comité más allá de formar amistades con personas de toda la Provincia, permite ver distintas realidades de cómo se lleva la profesión. No es lo mismo como yo lo llevo en La Plata, Marcos en Mar del Plata o Yamila en Avellaneda. Cada localidad tiene distintos contextos en donde se desarrolla la profesión y se puede ver también en los honorarios que se cobran. Para la actividad profesional tenemos grupos de WhatsApp a través de los cuales nos ayudamos entre todos y eso permite la ayuda diaria para el desarrollo laboral.
Y: Yo creo que somos el semillero del Consejo. Porque a través del Comité de Jóvenes se logra formar dirigentes para que el día de mañana sean capaces de desenvolverse en los lugares donde ahora están los profesionales más experimentados. En este sentido, fomentamos todo tipo de actividades para que los jóvenes puedan acercarse, sentirse parte y puedan enriquecer su profesión individualmente. El Comité de Jovenes es una parte muy importante del Consejo.
¿Qué actividades son las que ustedes realizan en el Comité y, además, cómo van definiendo esas actividades desde el punto de vista de, por ahí, prioridades, necesidades que vayan teniendo?
M: Contamos con un cronograma de actividades predefinido en el Comité de Jóvenes Graduados, que comprende seis Reuniones Ordinarias, con la última incluyendo una Jornada Deportiva y una sesión de Dirigencia, además de un Seminario anual. Todas estas actividades son presenciales y están diseñadas para proporcionar un ambiente de aprendizaje y colaboración. Estas reuniones, que son abiertas tanto para los miembros del Comité como para la matrícula en general, brindan un espacio para intercambiar experiencias y trabajar en conjunto.
Las actividades, salvo el Seminario, se llevan a cabo en las delegaciones provinciales. Cada encuentro sigue una estructura específica: comenzamos alrededor de las nueve o diez de la mañana y concluimos alrededor de las tres o cuatro de la tarde. La primera parte se enfoca en asuntos protocolares y de presentación, seguida de capacitación. Al inicio, las autoridades de la delegación anfitriona se unen a los presentes para un encuentro más informal y de por medio un desayuno. Posteriormente, nos concentramos en la capacitación puntual y luego compartimos un almuerzo. La tarde se destina a una reunión organizativa, donde se comparten avances y actividades de los equipos de trabajo. Esta es la estructura que seguimos en cada uno de los seis eventos.
Aparte de estas reuniones, hay dos eventos que varían un poco en su estructura. La Jornada Deportiva y la Jornada de Dirigencia tienen un enfoque más dinámico y se desarrollan fuera de las delegaciones locales. La Jornada Deportiva se centra en actividades deportivas, mientras que la Jornada de Dirigencia se lleva a cabo al aire libre, y no en un formato de reunión formal.
El Seminario, que es el evento insignia, ocurre una vez al año y es organizado por una delegación específica. Dura dos días y ofrece oportunidades de capacitación dirigencial y conocimiento institucional, culminando con una cena de clausura. En cierto sentido, se asemeja a un congreso.
Además de estas actividades programadas, surgen eventos circunstanciales a lo largo del año. En mi delegación actual, estamos coordinando el Consejo Coordinador Nacional de la Federación Argentina de Consejos Profesionales de Ciencias Económicas (FACPCE). En esta Federación, que agrupa a los consejos provinciales, también hay una representación joven, que se reúne en encuentros zonales y nacionales. En nuestro país, estamos divididos en tres zonas y nosotros pertenecemos a la zona tres, que abarca Buenos Aires, La Pampa, Mendoza y regiones del sur. El Comité de la Provincia de Buenos Aires está a cargo de coordinar esto a través de un equipo ad hoc.
A nivel nacional, también participamos en actividades de la FACPCE, que tienen dos reuniones zonales y dos reuniones nacionales al año. Las delegaciones provinciales también llevan a cabo sus propias actividades. Aquellas con comisiones activas de jóvenes tienen programas de trabajo propios, centrados en el desarrollo profesional. Estas actividades son planificadas y ejecutadas por las comisiones locales, mientras que el Comité brinda apoyo en términos de difusión y participación.
En resumen, nuestro Comité de Jóvenes Graduados sigue un cronograma anual de actividades que van más allá de las reuniones formales, incluyendo Jornadas Deportivas, de Dirigencia y un Seminario. Además, participamos en eventos nacionales y provinciales, todos diseñados para enriquecer nuestra formación profesional y fomentar la colaboración en la comunidad.
Y: En cuanto al orden cronológico, la Reunión Plenaria es la primera que se realiza en el año, donde se eligen a las nuevas autoridades y donde la gestión anterior entrega el cargo, por lo general se realiza en la ciudad de La Plata, donde se encuentra la sede del Consejo. Para este 2023 aún quedan varias reuniones: la Reunión de la Dirigencia que se realizará en Tandil en agosto, la quinta Reunión Ordinaria que se realizará en Lomas de Zamora en septiembre, el Seminario que este año lo está organizando la Delegación Avellaneda para fines de octubre y por último la sexta Reunión Ordinaria que se realizará en Mar del Plata junto con la Jornada Deportiva en diciembre.
¿Cuáles son las problemáticas o situaciones que durante los encuentros normalmente suelen surgir en el debate que les plantean a ustedes o que incluso ustedes llevan para trabajar en esos encuentros que tienen?
N: Como problemática, a veces, lo que se plantea es el tema de la edad, porque nosotros tenemos una edad de jóvenes, que es hasta los 32 inclusive, la cual es también una de las exigencias para ser autoridad del comité.
Y: Sí, el gran problema que tenemos como jóvenes es que para poder llegar a ejercer como autoridad dentro del Comité de Jovenes, solamente puede hacerlo quien tenga como máximo de edad 32 años cumplidos al 31 de diciembre del año que asume el cargo. Si ese año el joven cumple 33, ya no puede postularse. Entonces siempre se plantea la idea de elevar esa edad para poder ser más personas a la hora de elegir autoridades para participar en los cargos. Esta es una problemática que el Consejo con sus estadísticas corrobora que la edad de joven se desfasó porque la edad de matriculación se elevó, tal vez por una cuestión de que la gente se anota de más grande a la Facultad, o tarda más tiempo en recibirse por distintos motivos, por ejemplo porque trabaja a la vez que estudia o construye una familia antes de terminar sus estudios. Todas esas cuestiones entre otras hacen que entre los 30 y 32 años, recién se están independizando en la profesión y queriendo matricularse para ofrecer sus servicios a sus clientes.
En la actualidad tal vez es poco común que alguien a los 24 ya se haya matriculado, aunque existan algunos casos en los que sí. Hoy en día los tiempos cambiaron y ya no es como en la época de nuestros padres, donde se recibían a los 23 años y se matriculaban inmediatamente.
M: Uno de los desafíos más prominentes que enfrentamos es la cuestión de la participación. Actualmente, de los aproximadamente 23,000 profesionales matriculados en nuestro Consejo, alrededor de 1,000 son jóvenes en edad. Un dato relevante proporcionado por Yami es que la edad promedio de matriculación es de 37 años. Esto plantea cuestionamientos sobre la viabilidad tanto de un Comité de Jóvenes con una edad promedio de 37 años, como del sistema previsional en su estado actual con la edad de ingreso al sistema.
Esta situación es un debate trascendental para nuestro comité y para la institución en su conjunto de cara al futuro. En este contexto, uno de los temas centrales es el compromiso de los jóvenes con nuestra institución. Afrontamos este asunto desde dos perspectivas. En primer lugar, está la cuestión de la formalidad en la participación. Como mencionaron las colegas, dada la edad promedio de 37 años, la participación en el comité parece inviable en principio. No obstante, en la práctica, hay personas que están más allá de esa edad participando y contribuyendo activamente. Existe una apertura hacia la inclusión de aquellos que ya tenían una trayectoria en la participación previa.
La segunda perspectiva se relaciona con el incentivo para participar. Este año, estamos abordando este aspecto al centrarnos en comprender a fondo nuestra institución. Reconociendo que muchos de nosotros carecemos de conocimiento sobre los estadíos y procesos en la institución, estamos trabajando arduamente en esta área. Consideramos que si logramos comprender plenamente nuestra institución, podremos abordar de manera más efectiva esta problemática. Si somos capaces de identificar los estadíos, las personas y los lugares donde debemos dirigirnos para lograr nuestros objetivos, estaremos mejor equipados para comprometernos activamente.
Para abordar estos desafíos, es esencial establecer una buena relación con nuestras autoridades. Este enfoque no implica críticas a la relación actual, sino más bien un reconocimiento de que esta relación contribuye a la participación efectiva en asuntos propios del comité. Creemos que el fortalecimiento de esta relación es crucial para el éxito de nuestras actividades.
En este contexto, estamos trabajando arduamente en las redes sociales para abordar la problemática de la participación. Nuestro objetivo es dar a conocer nuestras acciones y logros, y que estos sean vistos por una audiencia más amplia. Por ejemplo, hemos creado una sección en nuestro Instagram llamada “Compartiendo experiencias”. En esta sección, las autoridades y referentes de las delegaciones a las que asistimos pueden compartir mensajes sobre los jóvenes y sus roles, proporcionando una visión de los lugares en los que nosotros, como jóvenes profesionales, también tendremos que trabajar en el futuro.
Para mejorar la cantidad y calidad de la participación, estamos implementando una estrategia. Asimismo, reconocemos la importancia de mantener una relación sólida con nuestras autoridades provinciales y locales. Además, para abordar esta problemática, hemos propuesto una iniciativa a principios de este año, que está casi consolidada. La iniciativa busca obtener datos para la toma de decisiones en cuanto a la participación. Trabajamos en colaboración con la Sede Provincial para recopilar los datos de contacto de los jóvenes matriculados, con el objetivo de informarles sobre el Comité. Estoy seguro de que hay muchos jóvenes matriculados que aún no conocen la existencia del Comité. Por eso, estamos esforzándonos en difundir esta información a través de entrevistas como esta, nuestra presencia en las redes sociales y comunicados de empresas, para que más personas puedan vernos. Lograr ser vistos y, aún mejor, ser vistos en acción, es un avance significativo hacia una mayor participación.
¿Cómo ven hoy día la profesión?
Y: Hoy día veo la profesión muy versátil, se puede trabajar en cualquier ámbito, sea sector público o privado, de forma independiente, dando clases, etc.. La realidad es que la profesión es cada vez más un abanico lleno de opciones con diversas áreas de formación. La gran diferencia en estos tiempos es el avance de la tecnología y las telecomunicaciones, uno puede especializarse en esta área tan novedosa que suma un montón al crecimiento profesional y abre más posibilidades para trabajar para el exterior, lo positivo también es que podes estar conectado desde cualquier parte del mundo trabajando en tiempo real.
N: Hoy en día la profesión me gusta, más allá de las muchas dificultades diarias, como cambios de normativas o cuestiones de la cotidianeidad que complican estar al día con todo. Es una linda profesión, pero que demanda mucho tiempo. Como decía Yami anteriormente, con el tema de la tecnología, es una carrera que te permite no siempre ir presencialmente y eso es positivo, ya que te permite trabajar desde la comodidad de tu casa.
M: Observo un proceso de cambio y transformación en todas las facetas del desarrollo profesional en esta área. Si le preguntas a alguien en la calle qué es un contador, seguramente lo relacionará de inmediato con los impuestos. Considero que en la actualidad, es una de las esferas de incumbencia profesional más relevantes, aunque empleo el término “creo” porque personalmente no me dedico a ello. Aunque mi estudio abarca esa área, no es donde he centrado mi desarrollo profesional. Sin embargo, es común que las personas asocien al contador directamente con el pago de impuestos, y raramente se contempla la labor que implica entender y facilitar el sistema tributario, ni tampoco la evaluación de los objetivos fiscales.
Mi opinión es que esta concepción, no solo de la sociedad sino también de nuestra profesión, está experimentando cambios debido al avance tecnológico. Visualizo un futuro en el que la autoliquidación de impuestos y la determinación directa de tributos serán la norma. Esto plantea interrogantes en nuestra profesión, particularmente en torno al rol del contador como asesor impositivo, planificador y estratega en este ámbito. Este escenario motiva a los profesionales a volver a las bases, a la facultad, para comprender los orígenes e intenciones de los impuestos, con el fin de poder brindar un asesoramiento efectivo.
Este campo profesional está evolucionando en diversas áreas. Me enfoco particularmente en la parte que afecta a la mayoría de los profesionales. No obstante, considero que también se están abriendo nuevas oportunidades en otros ámbitos, como la gestión de procesos de trabajo en equipo, la realización de objetivos y la garantía de la sostenibilidad, independientemente del sector en el que se trabaje. Creo que la profesión está redescubriendo incumbencias que, si bien siempre estuvieron presentes, habían quedado en segundo plano. El liderazgo de equipos, el logro de metas, la medición de resultados y la gestión del personal están emergiendo con fuerza en la profesión, y cada vez más profesionales están acercándose a estas áreas.
En mi percepción, estamos transitando de lo práctico a lo conceptual en esta transformación. Para mí, este es el cambio fundamental que define la profesión en la actualidad.
¿Qué le dirías a tu yo que se fue a anotar a la Universidad?
N: Desde chica siempre quise ser contadora. Tenía 13 o 14 años y sabía lo que quería estudiar. Nunca dudé porque me sentía cercana a la carrera desde distintos ámbitos, teniendo contadores en la familia. Como decía Yami, la profesión no es solo la parte independiente, sino que es una profesión amplia. Hoy en día trabajo en lo privado, en lo público y además tengo clientes. Más allá del día a día, de la vorágine que puede ser, sigo eligiendo esta profesión por la variedad de áreas que cubre. Por eso a mi “yo” del pasado le diría que siga el mismo camino.
Y: Uno de los motivos por los cuales elegí la carrera fue porque me gustaba mucho contabilidad y me iba muy bien en esa materia. Pero especialmente la elegí porque viendo a futuro, uno de mis principales objetivos es formar una familia y, siendo contadora, iba a poder dedicarle tiempo a mis hijos y también a la profesión. Esta carrera me da esa posibilidad de trabajar de forma independiente o de trabajar en una empresa o en cualquier ámbito. Esos fueron los principales motivos que me llevaron a elegir la carrera de Contador Público. Además de que me fascinaba, era por la independencia que me iba a generar el día de mañana. ¿Qué le diría a mi “yo” del secundario? Primero la verdad, la felicitaría porque se inscribió en la universidad y, segundo, le diría no le tenga miedo a la tesis que es un pasito más. Que hoy estoy contenta de haber ido a la universidad y haber elegido esta carrera.
M: Soy el primer profesional en mi familia y carezco de parientes en el ámbito contable. Elegí esta carrera principalmente porque tenía una sólida comprensión de lo que no deseaba ser. Mi educación previa fue en una escuela técnica, lo que me llevó a descartar la posibilidad de ser ingeniero. Mi búsqueda se centró entonces en definir lo que realmente deseaba ser. Era consciente de mi afinidad por la interacción humana, el trabajo práctico, la comunicación efectiva y el logro de metas. Sin embargo, no tenía claridad sobre la dirección académica a seguir. Fue durante mi último año de estudios secundarios que, en colaboración con una psicóloga, emprendí un año entero de exploración vocacional y pruebas. El resultado reveló que debía estudiar Relaciones Internacionales, aunque me resultaba una noción abstracta. En segundo lugar, estaba la opción de Contador Público, una alternativa más concreta al menos. Opté por la contabilidad. Con el tiempo, estoy comprendiendo que esta elección coincide con lo que siempre debí ser, no necesariamente por el título de Contador Público en sí, sino porque esta profesión complementa en gran medida mis inclinaciones personales. Mi desarrollo abarca tanto el sector público como el privado; trabajo en el Consejo Deliberante de mi ciudad, donde ocupo el cargo de secretario de bloque. Mi participación en comités y mi ejercicio profesional se entrelazan constantemente. Si pudiera hablar con mi “yo” de secundaria, le transmitiría que las dudas que experimenta sobre sus preferencias son auténticas y significativas. Si algo le atrae, debe confiar en esa atracción. O, si alberga dudas, permitirse convencerse de su inclinación, ya que la incertidumbre sobre lo que uno ama puede convertirse en seguridad a través de la convicción. Le aconsejaría que tome decisiones con confianza, ya que es en esa dirección que encontrará satisfacción, logrará sus metas a tiempo y disfrutará del proceso. Recordaría el momento en que se le presentó la oportunidad de trabajar en el primer año y le diría que esa misma elección será fundamental en su trayectoria.
Un mensaje final para los que están leyendo la entrevista
N: Me gustaría decirles que nos conozcan, que conozcan el comité. Es un grupo re lindo de personas, donde van a encontrar, más allá de la parte del compañerismo en la profesión, un grupo humano muy bueno y donde también se podrán capacitar. Les diría que se animen a participar, que no demanda tiempo, porque muchas personas tal vez piensan eso, que es un trabajo extra, y no lo es.
Y: Bueno, como dice Nata, que si se pueden sumar, se sumen, porque es un grupo súper lindo. La realidad es que no hay competencias ni rivalidades entre nosotros, todos somos muy colaboradores. En la última reunión ordinaria por ejemplo, fuimos 55 jóvenes participando y todos colaborando para que las cosas se hagan de la mejor manera. La verdad es un grupo de colegas muy fuerte. Y también está buenísimo porque se forjan amistades más allá de lo que es la profesión. Ojalá esta entrevista les llegue a más jóvenes para que nos puedan conocer un poco más y se animen a venir, no se van a arrepentir.
M: Lo que considero importante transmitir es que la universidad es solo una parte del camino, no debe ser la única referencia. Aunque la universidad nos brinda una base fundamental, es crucial mirar más allá y conectar con el Consejo Profesional desde etapas tempranas. Durante la definición de tu carrera y tus próximos pasos, acércate al Consejo. Después de graduarte, no olvides que la matriculación es obligatoria y es el primer paso. La participación no debe limitarse solo a aquellos que ya han egresado; más bien, debería verse como una oportunidad para interactuar con experiencias y aprender de ellas. El Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires no es una estructura burocrática, sino un espacio donde convergen vivencias. Les insto a que se acerquen para entender lo que la institución puede aportar, no solo en términos ideales, sino en objetivos prácticos y a lo largo del tiempo.
El Consejo espera la llegada de estudiantes antes de su graduación. Pueden encontrar allí un aliado para dar forma a su futuro. Las capacitaciones, muchas de las cuales no requieren matriculación, son valiosas ya que involucran a jóvenes profesionales activos. Una vez graduados y matriculados, el Consejo puede ser el punto de partida para los primeros pasos en sus carreras. En este espacio, encontrarán colegas con dos, cinco, diez y hasta cincuenta años de experiencia, dispuestos a brindar orientación sobre declaraciones juradas, interacciones con clientes y otros aspectos profesionales. Es esencial acercarse y aprovechar esta oportunidad.
En cuanto a las carreras en Ciencias Económicas, más allá de la contabilidad, existen muchas opciones. Les animo a completar sus estudios y no arrepentirse de su elección. La profesión ofrece satisfacciones tanto en la independencia como en la dependencia laboral. El Consejo está allí para acompañarlos en este camino. Después de graduarse, el Consejo se convertirá en su segundo hogar. No duden en ir, preguntar y aprender, sin abandonar. Si sienten que falta impulso, sigan adelante, encontrarán el apoyo necesario.