Los valores éticos y morales de un prócer

Capacidad, honestidad, patriotismo y valentía, son cualidades que definen la actuación pública del Prócer autor de la idea de crear un estandarte para su ejército, distinto del usado por el enemigo, y que con el tiempo se convirtió en la bandera que identifica a una nación. Nos referimos a Manuel Belgrano, el “dirigente ideal” -como alguna vez lo calificó un prestigioso historiador-, cuyas virtudes se perdieron con el tiempo, transformándose en valores absolutamente desperdiciados por las generaciones futuras. Esos valores éticos y morales, quedaron evidenciados en todo su accionar, poniendo de manifiesto su grandeza tanto en los campos de batalla como en la arena de la política. Su improvisación militar, ya que no era un hombre de armas, lo condujo a serias derrotas en las batallas de Paraguarí y Tacuarí, ambas en el Paraguay y a los reveses de Vilcapugio y Ayohuma en el Alto Perú.

Sin embargo, mostrando tacto político en su desobediencia al gobierno de turno (Primer Triunvirato) que le ordenaba replegarse hacia Córdoba, ese militar improvisado produjo las dos victorias más importantes de la Independencia Argentina en las batallas de Tucumán y Salta, hazañas garantes de la pertenencia futura de esas dos provincias y de todo el Noroeste a la República Argentina.

En el terreno de la política, Belgrano no fue ningún improvisado, ya que diseñó el programa político más serio de las etapas previa y posterior a la Revolución de 1810: el “Carlotismo”. Se trató de un proyecto monárquico para el Río de La Plata, consistente en coronar a la Princesa Carlota Joaquina de Borbón, esposa del Regente portugués y hermana del Rey de España Fernando VII, por entonces cautivo de Napoleón. Una monarquía garante del orden y la estabilidad y de una autonomía política con participación de los locales (tanto criollos como españoles) en los asuntos de gobierno.

Era el paso previo hacia una independencia ordenada y sin conflictos, que fracasó por la oposición de Inglaterra que temía un consecuente avance portugués en el Río de La Plata. Coherente con sus principios monárquicos, Belgrano al ser citado por los Congresales de Tucumán en 1816, propuso la monarquía como forma de gobierno y a un descendiente de los Incas para ocupar el Trono, a efectos de garantizar la legitimidad y la aceptación de las potencias europeas. Recientemente llegado de sus misiones diplomáticas en el viejo continente, la experiencia adquirida y sus principios lo condujeron a aconsejar la forma de gobierno que acabaría con el desorden imperante. Manuel Belgrano, el político, el militar, el economista, el educador que donó sueldos para construir escuelas, trasciende merecidamente hacia las generaciones posteriores por su altura moral, la que caracterizó en su accionar a ese hombre de buena posición económica que murió en la extrema pobreza aun habiendo manejado fondos públicos como funcionario y como jefe militar. Manuel Belgrano, símbolo de virtudes cívicas y de renuncia a los honores, ocupa un verdadero y merecido lugar de excepción en la historia de la Argentina.-

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