El Dr. Martín Federici (Tomo 179 – Folio 97 – CPCEPBA) es Contador Público, idóneo en el mercado de capitales (AP CNV N° 1093) y CEO de la consultora KUABI dedicada al gerenciamiento de patrimonios y la asesoría financiera integral. Durante esta entrevista charlamos sobre el mercado financiero y nos respondió las dudas más recurrentes a las que se enfrenta cualquier ahorrista a la hora de empezar a invertir en esta Argentina cambiante y desafiante.
En este sentido, le consultamos conforme a tu experiencia y las últimas novedades del sector ¿Cómo ves hoy al mercado financiero en general? “En los últimos años, con el avance de la tecnología, el surgimiento de las fintechs y la evolución de las apps financieras, claramente se multiplicó la cantidad de aperturas de cuentas comitentes y cuotapartistas en la bolsa. Sin embargo, la participación aún representa un porcentaje muy pequeño respecto de la población bancarizada y todavía una gran mayoría de la gente deja su dinero en cajas de ahorro sin saber que pueden remunerarlo. Por otro lado, vimos un crecimiento exponencial del mercado cripto, con un aparato de comunicación muy potente de los exchanges y las comunidades internacionales, que permeó especialmente en la población más joven con un concepto revolucionario y prácticamente un ecosistema aparte. Por eso digo, el mercado de capitales no alcanza: hay que integrarlo. Y esto, en cierta medida, ya comenzó a suceder. Hoy la bolsa permite invertir a través de CEDEARs en ETFs de criptomonedas – fondos que replican el rendimiento de Bitcoin y Ethereum- sin necesidad de tener criptoactivos ni billeteras. Además, recientemente hubo un avance muy importante con la resolución 1081 de la CNV, que establece un entorno de prueba regulado -similar al que se implementó en Brasil en 2021 y en otros mercados del mundo- para la tokenización de activos financieros. Esto permite, mediante tecnología blockchain y con PSAVs (Proveedores de Servicios de Activos Virtuales) autorizados, fraccionar y comercializar pequeñas partes (tokens) de acciones, bonos, obligaciones negociables y determinados FCI cerrados y fideicomisos financieros. Incluso BYMA, la bolsa de valores de Argentina, acaba de lanzar en agosto de este año su plataforma Digital Assets (su propio PSAV), con servicios de registro de titularidad, custodia institucional y tokenización. Todo esto marca un cambio profundo: ya no hablamos solo de mercados paralelos, sino de un sistema financiero en transformación que exige profesionales preparados para integrarlo”.
En este contexto en el que Federici hizo referencia a mercado de capitales y del mercado cripto le preguntamos si piensa lo mismo respecto a otros mercados. “El mercado de real estate es otro buen ejemplo: evolucionó sus formas de financiamiento incorporando Smart Contracts y la tokenización de activos inmobiliarios. Mientras que, a través del mercado de capitales, proyectos que históricamente se financiaban por medio de fideicomisos o FCI cerrados ahora podrán tokenizarse y ganar liquidez gracias a la reciente resolución 1081 de la CNV. Sin lugar a duda vamos a un entorno 100% digital y la tecnología blockchain ya está calando en todos los mercados por su trazabilidad, trasparencia – como un gran libro contable compartido-, la velocidad en sus operaciones, la eliminación de intermediarios y la reducción considerable de los costos de transacción. Cuanto más se popularice, mayor será su adopción.”
“La seguridad sigue siendo un desafío central, especialmente frente a intentos de hackeo o vulneración de sistemas, y es allí donde veremos los mayores avances. Pero lo cierto es que hoy en día, pagos transfronterizos o transferencias entre bancos mayoristas ya se realizan bajo esta tecnología” agregó.
En tal sentido, hoy muchos argentinos se preguntan si conviene ahorrar en pesos o en dólares.
¿Qué papel puede jugar el mercado de capitales como una alternativa real de ahorro frente a estas opciones más tradicionales? “Cuando hablamos de ahorro, nos referimos a acumular y preservar un capital. Para eso el mercado de capitales ofrece un abanico de instrumentos que no se limitan a la especulación bursátil, sino también a opciones de cobertura frente a la inflación o la devaluación, e incluso de renta fija con tasas y plazos ciertos que brindan previsibilidad. En una economía como la argentina, bimonetaria por naturaleza, la primera reacción suele ser ahorrar en moneda dura. Y en ese terreno el mercado también juega un rol clave: a través de la compraventa de bonos se puede acceder de manera legal y transparente al dólar MEP, que hoy concentra el mayor volumen de operaciones en la bolsa. Es decir, el mercado no solo permite protegerse en dólares, sino hacerlo dentro de un marco regulado y con trazabilidad. Además, el ahorro no se agota en la elección de la moneda. El mercado ofrece fondos comunes de inversión conservadores, obligaciones negociables de empresas sólidas, bonos soberanos indexados por CER o dólar linked, e incluso instrumentos de muy corto plazo como cauciones bursátiles, que funcionan como un plazo fijo pero con mayor liquidez y respaldo institucional. Todo eso brinda alternativas que permiten no solo resguardar valor, sino también obtener una renta adicional sobre el ahorro”.

Una duda que muchos tienen es principalmente si este mercado también está pensado para alguien que no tiene grandes capitales. Por eso, le consultamos para quienes están leyendo esta entrevista y se encuentran en esa situación si ¿Puede invertir en el mercado argentino? ¿Cómo? ¿Qué requisitos hay? “Claro que sí. El mercado argentino está mucho más abierto de lo que la gente imagina y no hace falta tener grandes sumas de dinero para empezar. Hoy podés invertir con montos mínimos muy accesibles —en algunos fondos comunes, desde mil pesos— y hacerlo todo desde el celular. Incluso ya pueden operar menores de 13 a 17 años con autorización de los padres o representantes legales. El primer paso es elegir un bróker regulado por la Comisión Nacional de Valores (CNV). Esa es la garantía de que la cuenta estará a tu nombre, que los activos quedarán custodiados en Caja de Valores y que operas dentro de un marco seguro y legal. Las cuentas comitentes se abren online, son gratuitas y el proceso es muy simple: se descarga la app, se completa un formulario con datos personales, laborales y fiscales, y se valida la identidad con una selfie y el escaneo del DNI”
“Un requisito clave es estar bancarizado, porque la CNV establece que los fondos que se usan para invertir deben provenir de una cuenta bancaria a tu nombre y volver a ella en caso de retiro. Además, dependiendo de los montos que vayas a operar, el bróker puede pedir documentación respaldatoria que justifique el origen de tus ingresos, algo habitual en los controles de prevención de lavado de dinero. Lo importante no es el monto inicial, sino la constancia y la educación financiera: invertir no es para ricos, es para informados”, sostuvo.
Cada vez más se habla más de invertir a través del celular con apps de finanzas.
¿Qué tan seguras son estas plataformas y qué debería mirar alguien antes de empezar a usarlas? “Sin duda alguna, las apps financieras democratizaron el acceso al mercado: hoy cualquier persona puede abrir una cuenta en minutos con el celular, transferir fondos e invertir desde cualquier parte del mundo. Pero ese avance también requiere un enfoque responsable a la hora de elegir con qué plataforma operar. Lo primero que recomiendo mirar es la regulación: en Argentina, los intermediarios deben estar inscriptos y autorizados por la Comisión Nacional de Valores (CNV). Lo segundo es la seguridad tecnológica. Una app confiable debe ofrecer autenticación de doble factor, encriptación de datos y protocolos claros de recuperación de acceso en caso de robo o pérdida del celular. En este sentido, no hay que dejarse llevar solo por la estética o facilidad de uso: la prioridad es la seguridad de los fondos. Lo tercero es la transparencia operativa y de costos. Muchas veces el pequeño inversor no sabe cuánto le están cobrando en comisiones, custodias o spreads de compra/venta. Una app seria tiene cuadros comparativos claros y brinda reportes periódicos sobre la cuenta. Por último, agregaría la educación y soporte porque el usuario debe contar con contenidos, simuladores o asistencia que lo ayuden a entender lo que está haciendo. Invertir desde el celular no es sinónimo de hacerlo de forma improvisada. En conclusión, las apps son una gran puerta de entrada a las inversiones, pero deben usarse con la misma seriedad que cualquier otra plataforma financiera: bróker regulado, seguridad tecnológica, transparencia en costos y soporte educativo”
En este marco de tantos cambios, le pedimos que realice un análisis teniendo en cuenta que las acciones argentinas suben y bajan muy fuerte. Entonces, ¿Cómo puede un pequeño inversor protegerse de esa volatilidad sin ser un experto en finanzas? “Primero, diversificando -no poner todo en un solo sector o en una sola empresa – y teniendo una mirada de plazo: si la inversión es de corto plazo, la exposición debe ser menor; si es de largo plazo, se pueden asumir mayores oscilaciones. Por eso, es muy importante establecer cual es el perfil del inversor y su tolerancia al riesgo, porque eso influye en la estrategia de inversión y en cuánto asignar a este tipo de activos. Segundo, utilizando instrumentos accesibles como los fondos comunes de inversión porque diversifican la cartera en distintos sectores, son administrados por profesionales, permiten invertir desde montos mínimos y participar de la estrategia de inversión junto a grandes jugadores del mercado, sin tener que asumir todo el riesgo individual”
“Escuchamos mucho sobre “CEDEARs”, que permiten invertir en empresas extranjeras desde Argentina. ¿Son una opción válida de ahorro para alguien que recién empieza? “Acá hay que hacer una primera aclaración importante: las acciones, y por lo tanto los CEDEARs, no son un instrumento de ahorro, sino de inversión. Y como toda inversión, tienen características propias que hay que entender antes de entrar. Un CEDEAR replica el precio de una acción extranjera —como Apple, Tesla o Coca-Cola— ajustado por el tipo de cambio. Eso implica que, por un lado, tiene la volatilidad propia de la acción (puede subir o bajar por la marcha del negocio o el mercado) y, por otro, te da una cobertura indirecta contra la devaluación del peso, porque su precio está atado al dólar. Además, muchas de estas empresas distribuyen dividendos, que suman un flujo adicional de rentabilidad”
“En la práctica, los CEDEARs te permiten acceder a las mejores compañías del mundo desde una cuenta local, sin necesidad de abrir una cuenta en el exterior. Eso es una ventaja enorme para diversificar desde Argentina. Ahora bien, para alguien que recién empieza no recomiendo verlos como un “ahorro seguro”, sino como una inversión a mediano y largo plazo. ¿Por qué? Porque la volatilidad puede jugar en contra en el corto plazo, y la ansiedad lleva muchas veces a vender en el peor momento” agregó, al mismo tiempo que nos dejó algunos consejos concretos para quienes desean sumarse a este mercado:
“-Diversificar: no poner todo en un solo CEDEAR, sino armar una canasta de empresas de distintos sectores (tecnología, consumo, energía).
-Definir horizonte de inversión: si tu objetivo es de corto plazo, probablemente no sea el instrumento más adecuado. Para largo plazo, sí.
-Acompañarlo con otros activos: un CEDEAR puede ser parte de tu cartera, pero no la totalidad. Lo ideal es combinarlo con bonos, fondos comunes o instrumentos de menor riesgo.
-No confundirlo con “dólar barato”: si bien replica al tipo de cambio, su lógica principal es la marcha de la empresa en el mercado global.”

Ante estas recomendaciones, le sumamos el agregado de la inflación, la cual todavía se encuentra en debate, ¿cómo puede el mercado de capitales ayudar a que el ahorro no pierda valor en el tiempo? “Hay instrumentos diseñados específicamente para protegerse de la inflación en pesos, como los fondos comunes o bonos que ajustan por CER. También existen instrumentos atados al tipo de cambio oficial —como bonos dólar linked o futuros— que funcionan como cobertura frente a movimientos del dólar. Pero más allá del instrumento, lo importante es entender que dejar todo en efectivo es la forma más rápida de perder valor. El mercado no garantiza ganancias mágicas, pero sí ofrece mecanismos de cobertura que, usados correctamente, preservan patrimonio. Ahora bien, en Argentina el análisis no puede limitarse a la inflación en pesos. Hasta fines de 2023 vivimos una inflación galopante en moneda local. Luego, a partir de 2024, el dato de la inflación en pesos arrojó un descenso considerable, en parte por decisiones políticas que mantuvieron contenido el tipo de cambio y en parte por una metodología del INDEC que ya no refleja con precisión la composición real de la canasta básica, lo que distorsiona la medición y termina ocultando el verdadero impacto de la inflación en dólares que, en muchos casos, superó el 100% anual. Por eso, la verdadera protección pasa por diseñar una estrategia diversificada: combinar activos dolarizados, instrumentos atados al dólar o que ajusten por CER, e incluso oportunidades en pesos que, según el contexto, compensen las distorsiones. Un claro ejemplo es lo que ha pasado este año: ante un tipo de cambio oficial contenido, resultó oportuno aprovechar instrumentos de corto plazo en pesos —como cauciones bursátiles o letras del Tesoro— que permiten obtener una renta mientras se espera un sinceramiento del tipo de cambio”.
El caso de YPF en Estados Unidos generó mucha incertidumbre.
¿Por qué un fallo judicial en otro país puede afectar los ahorros de alguien que tenga acciones o bonos de una empresa argentina? “Porque los mercados están interconectados. Una empresa que cotiza en Nueva York juega con reglas globales y, si hay un fallo en ese ámbito, los inversores descuentan ese riesgo inmediatamente. En el caso de YPF, un fallo adverso implica un pasivo contingente millonario que afecta directamente el valor de la empresa, por lo que sus acciones tienden a caer y sus bonos corporativos se deprecian ante la expectativa de mayor riesgo de default. Pero además hay un efecto sistémico: como YPF es una compañía con participación estatal, los mercados internacionales interpretan estos fallos como un aumento en el riesgo soberano argentino. Eso se traduce en mayor prima de riesgo para la deuda del país y un encarecimiento en el financiamiento. En otras palabras, no solo se ven afectados los inversores de YPF, sino también quienes tienen bonos soberanos argentinos, porque el fallo deteriora la percepción general de seguridad jurídica y confianza en el país respecto al cumplimiento de los compromisos de pago”.
Para ir cerrando, le pedimos que, sin dar una recomendación específica sobre un instrumento de inversión, sino desde el procedimiento, ¿Cuál es la recomendación que le darías a alguien que quiere sumarse al Mercado de Capitales? “La primera recomendación es educarse antes de invertir. La segunda, empezar de manera simple, con montos pequeños y diversificando. Y la tercera, buscar asesoría profesional. No porque uno no pueda aprender, sino porque el tiempo de un inversor individual suele ser limitado. Un buen profesional te simplifica el camino y te ahorra errores no forzados”.
Por último y de cara a las elecciones, siempre hay dudas en el mercado. Por lo que le consultamos ¿Qué tan sensible es el mercado de capitales a los cambios políticos y qué recomendaciones darías a alguien que quiere invertir en un año electoral? “En Argentina, muchísimo. Un rumor político puede mover precios tanto como un resultado económico. Eso no significa que haya que quedarse afuera, sino aprender a convivir con la volatilidad. El mercado argentino exige nervios de acero, pero también ofrece oportunidades únicas si uno sabe diversificar y tener un horizonte claro. La incertidumbre en un año electoral, aún evaluando posibles escenarios, muchas veces nos obliga a operar con cautela y con miras de corto plazo. Por eso es fundamental definir tu perfil de inversor, conforme a tu experiencia, conocimientos y tolerancia al riesgo”
Disclaimer: La información contenida en esta nota tiene un carácter estrictamente informativo y académico. No constituye asesoramiento financiero personalizado, recomendación de inversión ni oferta de compra o venta de instrumentos. Cada lector es responsable de sus propias decisiones financieras y se recomienda, en caso de interés, consultar con un Agente matriculado ante la Comisión Nacional de Valores (CNV).


