Conversamos con Silvio Rizza, Presidente de la Federación Argentina de Consejos Profesionales de Ciencias Económicas, acerca de la profesión, la actualidad de quienes la ejercen y el rol de la Federación y los Consejos
¿Qué es FACPCE?
FACPCE es un organismo de segundo grado que nace a partir de los 24 Consejos. Este año cumple 50 años. Desde mi punto de vista, quienes iniciaron, tuvieron una excelente idea de agrupar a los Consejos, que une a todo el país para ir hacia una profesión unida, para poder trabajar mejor, que creo que es lo que se viene logrando en todos estos años. La mesa directiva de FACPCE se compone de 7 lugares, de los cuales uno es un lugar libre, como es el Presidente, el cual no ocupa una zona. El otro es la secretaría que la tiene la Ciudad de Buenos Aires, y después los otros 5 lugares, cada uno ocupado por una zona. NOA, NEA, Centro, Cuyo y Patagonia. Cada uno tiene un representante. Entonces, los cargos duran dos años más dos. Nosotros estamos en el segundo año del segundo mandato, en septiembre terminamos, se renueva toda la mesa completa, y normalmente se cambian las provincias, van rotando. Entonces, eso te asegura que sea un organismo, yo creo que debe haber pocos organismos en el país que tengan una estructura tan federal, donde se garantice que las cinco zonas estén representadas y que vayan rotando cada una de las provincias. En relación a los cargos llegás, primero porque, más allá de la voluntad propia obviamente, porque tu Consejo está de acuerdo; después del Consejo en la zona es la que tiene que estar de acuerdo, y después de la zona son los 24 Consejos. Vas pasando varios filtros para llegar ahí, con lo cual es una situación muy democrática, el trabajo es muy democrático. Entonces, así se estructura la Federación, más allá de lo que tenga administrativamente, donde bueno, tenés un gerente o una gerente en este caso y un personal que trabaja, que ya tiene muchos años.
¿Qué tiene de bueno, desde tu punto de vista, la Federación?
Que vos, en minutos, tenés la problemática de todo el país. Vos tenés situaciones que son totalmente diferentes, lo que vive la provincia de Buenos Aires, lo que vive la Patagonia, lo que vive el Norte. Vos sabés, por ejemplo, que la provincia de Buenos Aires es una Federación en sí misma con la cantidad de delegaciones que tiene y dentro de la misma provincia tiene situaciones diferentes. Dentro del mismo país tenes situaciones totalmente y absolutamente diferentes. Entonces, lo bueno que vos tenés acá es que tenés profesionales de las 24 jurisdicciones que están permanentemente interactuando y permanentemente trabajando por lo que es la profesión. Además de eso, FACPCE tiene comisiones, así como la del estudio de asuntos tributarios, PYME, Laboral, Sector Público, Balance Social, son unas cuantas comisiones que tratan la problemática puntual de lo que es la actividad en sí. Además tiene un centro de estudios Científicos y Técnicos, el CECyT que también tiene áreas. Entonces digamos que es muy productivo todo lo que se genera. Además de eso, tenés la emisión de normas mediante CENADMIN, CENECO y CENCYA. Uno de la Administración, el CENADMIN, uno de Economía, el CENECO, y lo que tiene que ver con contabilidad y auditoría que es CENCyA. Tienen directores generales y además tienen gente que trabaja, elegida por los Consejos y hay comités evaluadores que recomiendan la Junta de Gobierno que tal o cual persona son quienes pueden estar. Con lo cual, hay mucha gente trabajando en eso y se termina generando algo donde todos intervienen en la nominación de alguien, donde todos están de acuerdo.
¿Cómo es la representación que tiene FACPCE?
Una de las cosas más potentes que tiene Federación y a mí la que más me gusta es la representación que tiene por delante de determinados organismos, sobre todo los organismos que tienen que ver con lo nacional. Los organismos provinciales, cada consejo trabaja con sus organismos provinciales, bueno, si hiciera falta que Federación intervenga, interviene, pero normalmente lo que es provincial lo genera y lo trabaja cada consejo. En cambio en lo nacional, con problemáticas que normalmente son iguales para todo el país, la Federación representa a los 24 consejos, que representan a los 150 mil matriculados, para realizar determinadas gestiones o para poder trabajar. Esto se viene trabajando desde hace ya muchos años. Lo más lindo que tiene Federación para mí es que, en la línea que ya tiene 50 años, donde cada mesa directiva le pone su impronta, pero al contrario de lo que pasa en el país, lo que hicieron mesas directivas anteriores es útil y sirve. Y eso es lo más lindo de todo. Ninguno viene a solucionarle la vida al otro. Venimos a continuar trabajando en algo en lo que estuvimos todos de acuerdo porque de una manera u otra, siendo o no mesa directiva, por más de parte de las decisiones, es decir, más allá de la Asamblea que de todas las organizaciones del órgano supremo, la Federación tiene lo que se llama Junta de Gobierno y la Junta de Gobiernos es una reunión que se hace cada tres meses en diferentes partes del país, donde los 24 consejos participan y toman decisiones. Entonces, la mesa directiva claramente dirige lo que la Junta de Gobierno dispone. Entonces, más allá de que podas estar de acuerdo con ciertas cosas, creo que es una organización a la que, en cuanto a estructura, mejor no lo podés armar, porque tenés permanentemente participación en el tema y tu opinión es claramente escuchada. Nosotros, además de eso, tomamos una nueva forma de trabajar.
¿Cómo es el trabajo entre FACPCE y los Consejos?
Nosotros incorporamos algo que son las reuniones de Presidentes, reuniones intermedias, donde en un principio dijimos que iban a ser una intermedia entre junta y junta. En un principio la idea era cuatro juntas más cuatro reuniones. En el año de la pandemia hubo más de veinte reuniones plenarias, hubo un caso excepcional. Pero es algo habitual ahora que nosotros cuando tenemos casos puntuales que trabajar, que llevan mucho tiempo, nos juntamos especialmente para poder hacerlo y eso obviamente nutre muchísimo todo lo que tiene que ver con la discusión y todos los aportes que se hacen, porque tenés mucho más tiempo de elaboración y mucho más tiempo de trabajo. Entonces a los Presidentes, a los Consejos, se les entrega el material con el suficiente tiempo que ya se viene trabajando y todos los Consejos tienen la posibilidad con su organismo técnico de analizarlo. Entonces cuando se va a tomar una decisión o cuando se trabaja algo, ya se planteó, los Consejos se los llevaron a sus organismos técnicos como si fuese una norma contable, y cuando llegás al final, a la Junta de Gobierno, eso ya está recontra trabajado. Entonces, eso creo que mejora la dinámica y sobre todo mejora la participación, es una de las cosas que valoro.
¿Y en el caso del trabajo con organismos de control?
Lo que tenés con organismos del Estado, como puede ser el Banco Central, la AFIP, UIF, todo lo demás, nosotros tenemos un constante contacto con ellos. Más allá de que a veces los resultados se den o no, hay mucho trabajo y creo que ayuda mucho a poder llevar las cosas adelante. Por ejemplo, este año tuvimos los aplicativos de ganancias, como nunca, en tiempo y forma. En enero nos dieron las pruebas y en marzo nos dieron los aplicativos. Entonces se logró que los aplicativos se entregarán como nunca había pasado, hace por lo menos 20 años, con el tiempo suficiente. Y como digo yo, no es un logro de la mesa directiva, esto es un trabajo que se vino haciendo durante muchos años, y esta mesa directiva continuó, y la Junta de Gobierno pidió que se trabajara y se hizo, y que todas las mesas anteriores lo trabajaron. Lo que pasa es que no tuvieron la posibilidad o no tuvieron un interlocutor válido, por decirlo de alguna manera, que tomara esto y lo pusiera como producto. Entonces, a nosotros se nos dio esto, pero vuelvo a lo mismo, mérito de haberlo charlado durante mucho tiempo, de haber colaborado mucho con esto y de haber tenido listo el productor válido. A mí no me gusta, y a la mesa directiva no le gusta atribuirse méritos que no son. Esto es un trabajo de muchos años, de todos. Y una de las cosas importantes que están pasando ahora es que el diálogo que tenemos con AFIP hace que se trabaje previamente en muchas resoluciones que van saliendo, y que cuando llegue el momento de que la resolución sale a la luz, el trabajo previo, hace que evitemos problemas posteriores, sobre todo para los matriculados, que son los interlocutores válidos, o los traductores entre el fisco y el Contribuyente. Esto es algo que en este último tiempo, la verdad que a mí me causó mucha satisfacción. Lo mismo pasa con la UIF, con quien estamos trabajando bastante y estamos viendo ciertas cosas para llevarlo en el mismo sentido que lo llevamos con AFIP y con otros organismos que tienen que ver más que nada con lo nacional, lo provincial lo maneja cada Consejo.
¿Cómo ves hoy la profesión, el desempeño del profesional de las ciencias económicas desde el propio profesional y cómo el contexto lo acompaña para desarrollarla?
El contexto creo que no lo acompaña y no importa en el momento de tu vida que escuches esta frase. Puede ser ahora en el 2023, en el 2019, en el 2028 es lo mismo. Así que esta entrevista podemos ponerla igual en cinco años, porque va a ser exactamente lo mismo. Dicen que Argentina es el país donde vos te vas una semana y está todo diferente y volviste a los 5 años y todo sigue igual. El contexto general no ayuda, nunca ayudó. Yo muchas veces dije, ¿qué pasaría si nosotros no tuviéramos inflación? Si los aplicativos estuvieran en tiempo y forma no habría problema, no tendríamos qué hablar. Eso es un tema, creo yo, peligroso. Muchas veces nosotros estamos acostumbrados, como profesionales de ciencias económicas, a ser actores de reparto. Nosotros somos como reactivos a las situaciones. Entonces nosotros esperamos que tiene que vencer ganancias y lo tenemos que hacer; mandan los aplicativos y tenes que reaccionar. Entonces estás siempre atrás de lo que viene pasando y yo creo que eso tiende a cambiar, hoy ya cambió. Entonces, en términos generales, veo que la pandemia no cambió las cosas, las aceleró, sí procesos que hubieran tardado bastante tiempo más y de repente explotaron todos juntos. Entonces hay que saber leer este tema. Y por sobre todas las cosas, tenes que saber leer qué es lo que quiere, qué es lo que necesita, el que a vos te está pagando los honorarios; hablo como profesional independiente. Tomo la profesión dentro de todas las variantes que tiene ahora desde el sector independiente. Tengo un cliente, ¿por qué me pagaría a mi el cliente? ¿Qué me está pagando? El cliente me está pagando porque hay cosas que no le interesan y las necesita y hay cosas por las que le gustaría pagarme pero no sé si yo se las puedo dar porque tengo que hacer las que no le interesan pero que sí necesitan. Traducido al español sería ¿qué tanto le importa al cliente una declaración jurada más allá de lo que tiene que pagar y no tener problemas en AFIP y qué tanto le interesa el balance más allá de que tiene que hacer una presentación en un banco para que el banco le dé un crédito. Y ahí empezamos a estar en un lugar peligroso, porque, desde mi punto de vista, muchas veces estás haciendo y entregando un trabajo que a la persona no le interesa, que toma un poco también de tu remedio. Entonces yo digo, perfecto, ¿qué puedo hacer yo como profesional para que esa persona me siga eligiendo? Porque yo tendría que darle un diferencial para que me elija, porque en definitiva si no le estoy dando un commoditie de algo de lo que necesita o lo que quería, si lo necesitaba. Entonces ahí es donde me parece que nosotros tenemos que mutar, para estar más en lo que era parte de gestión de la empresa, nosotros tenemos que estar más en la parte de las decisiones de las empresas y tenemos que estar más al lado del empresario, porque si no, en definitiva, la empresa es la que nos termina pagando los honorarios a nosotros. Si nosotros no le damos eso, lo que necesitan, va a llegar un momento en que no sé si nos van a querer. Entonces, si vos ves por otros lugares del mundo que es lo que pasa, Argentina es uno de los pocos países que yo conozco, y podría haber más, donde todas las sociedades tienen que presentar un balance auditado. Eso en otros países del mundo no pasa. Entonces, si vos tomás estos balances, por ahí de poca facturación, que no tienen demasiado relevancia por demás, los cortas y los bajás. ¿Qué pasa con esos auditores, qué pasa con esos contadores que están trabajando en eso? O sea, ese trabajo cae. ¿Y qué va a pasar cuando, como pasa en otros países del mundo, la declaración jurada de ganancias, la de IVA, sean declaraciones formales, donde ya salga directamente la declaración jurada, te la mande el fisco y vos digas si estás de acuerdo o no. Hoy la mayoría de la información, la tenemos, falta que la inteligencia artificial que están aplicando vaya un paso más allá. Y hoy sabemos lo que está pasando con todo esto. ¿Cuánto falta para que avance un paso más? Entonces yo creo que antes de que pase todo eso nosotros nos tenemos que dar cuenta de para dónde va la realidad. Yo siempre digo una frase que es vos tenés dos realidades, la que tenés adentro y la que tenés afuera. Cuando la realidad afuera corre más rápido que la que vos tenés adentro, estás en problemas. Yo creo que la realidad de afuera corre mucho más rápido que la realidad de adentro. Nosotros, tal vez por conformación o programas de estudio, por lo que sea, tardamos bastante más en reaccionar de lo que la realidad de afuera reacciona. Entonces hoy te encontrás, por ejemplo cuando vamos al interior, es de hablar con las universidades y todos manifiestan que están cayendo las matrículas y los alumnos que están estudiando, están estudiando estas carreras por falta de interés, porque les parecen aburridos los programas o por lo que sea y ven que lo que vos le estás enseñando no es lo que la gente necesita. El otro día en San Juan nos encontramos con un chico que está trabajando en un estudio mediano-grande y le decís ¿qué estás cursando? y decía, por ejemplo, Historia, Sociología y no sé qué otra materia más, tres materias, perfecto. ¿Y en qué estás trabajando? Estoy haciendo un reporte de un tablero para Estados Unidos. Entonces, el tema es que él está estudiando tres materias y está trabajando en un Excel en inglés. Entonces en definitiva vos tenés un título que te habilita para algo, pero la capacitación de ese tipo de cosas lo tenés que salir a buscar afuera entonces hay una disociación entre la realidad y lo que le hace falta al que te paga y lo que a vos te están dando que es enorme. Bueno yo creo que la facultad y todo no deja de ser una herramienta que vos tenés para poder usar para enfrentar algo. Si la herramienta que te dan para cambiar una rueda, es una tenaza, bárbaro pero te sirve para sacar un clavo no para cambiar una rueda. O nos adaptamos a lo que está pasando o va a haber un choque de planetas.
Y En base a esto que vos planteás, y mirando la profesión por ahí hace 10, 15 años atrás, creés que la profesión es adaptable con vistas al futuro? En base a por ahí cómo se adaptó a los cambios que fueron ocurriendo en los últimos años?
Yo creo que la profesión es adaptable porque cada uno es adaptable, es tan adaptable como cada uno lo sea. Si vos te quedás hace 10 o 20 años, se trabajaba de tal manera y se hacía tal cosa, si hoy vos queres seguir haciéndolo de la misma manera es imposible. Yo siempre que tengo posibilidad les digo, cuando yo empecé, casi como que llegué al techo. En el estudio atendía a unos 50 clientes y tenía dos secretarias. Yo me encargaba de hacer los sueldos, la contabilidad, los impuestos, atendía a los clientes, hacía de todo. Hoy es imposible hacer eso. Hoy tenés una especialización enorme porque, aparte, pasa otra cosa, la inmediatez y el bombardeo que tienen las cosas. Antes cualquier problema que tenías tardaba meses; hoy tenés un requerimiento, un pedido de información y son segundos hasta que lo tenés arriba de la mesa. Entonces, nosotros creo que por conformación terminamos siendo casi lobos solitarios. Es muy difícil que mi estudio tenga una determinada cantidad de profesionales asociados trabajando. Mientras que del otro lado, los que te piden, están cada vez mejor armados, en lo que tiene que ver con hardware, con software, con gente capacitada para hacerlo. Muchas veces, hace muchos años atrás, el cliente sabía menos que vos de las cosas, hoy el cliente sabe más que vos,, en acceso a información que antes no tenía. Hoy cualquiera se mete en su cuenta tributaria y sabe lo que la AFIP sabe. Entonces, hoy es tan grande el bombardeo de información que hay, está tan democratizada toda la información que si no te adaptás a eso, si no generás un frente para poder enfrentarlo estás en problemas. Hace unos años atrás había una boletita marrón que eran las cargas sociales, DNRP se llamaba, y vos la hacías a mano, las llevabas a AFIP, hoy son tres segundos. Entonces, cualquier error lo tenés y sabés empleado por empleado como están las cosas y el empleado sabe si le están pagando si no le están pagando, si le pagan bien, si le pagan mal, entonces ese ida y vuelta hace que quien liquide sueldos por ejemplo tenga que estar especializado en liquidar sueldos. Es muy difícil poder hacer todo y el problema es que la gran mayoría hace todo. Hugo Giménez, por ejemplo, una vuelta me dijo “nosotros tenemos que atender tanto al gran estudio, como al contador de mochila y celular”. A mí me quedó esa frase que me dijo y es cierto el tema es que hoy estar con una mochila y un celular sin tener un equipo para poder pelear es muy difícil, entonces creo que hay que adaptarse.
Si yo te dijera, Silvio decime en formato viñeta dos o tres cosas que vos considerás que necesitan modificarse o aplicarse ya en la profesión. ¿Qué se te viene a la cabeza?
Se me viene rápido a la cabeza que tenés que capacitarte mucho en herramientas informáticas y todo lo que tiene que ver con Office, muchísimo, en inglés y dependiendo a lo que te dediques, si es impuestos, impuestos, si es contabilidad, contabilidad, si es auditoría, auditoría. Eso para mí hoy es fundamental. En unos años, en muy poco tiempo, si no lo enfrentás así, va a ser muy muy difícil enfrentarlo, muy difícil.
¿Qué le diría Silvio a un chico que está terminando el colegio secundario, se cruza por la calle con vos y te pregunta, quiero anotarme en alguna carrera de ciencias económicas me lo recomendás?
Yo te digo definitivamente que sí, yo amo mi profesión, si la tengo que elegir, la elijo 100 veces más, pero para mí, como se suele decir, muchas veces no es el problema que tengas, es como te tomas el problema y qué haces con el problema. Entonces, nosotros es como que siempre nos quejamos de ciertas cosas. Pero qué hacemos, porque la queja también es con un desahogo que tenés con algo. Pero qué haces con eso. El tema es qué haces con eso y cómo lo trabajás. Y yo le diría que sí, que se anote, que se inscriba, y que se capacite todo el tiempo, que trabaje previamente, que trabaje durante la carrera, para tratar de llegar al final de la carrera con cierto rodaje, que además le va a venir muy bien para cuando estudie. Yo tuve la posibilidad de estudiar y trabajar en un estudio y me sirvió muchísimo. Entonces yo le diría que sí. Diría que es una carrera que desde mi punto de vista no tiene techo. Tenes que ver qué es lo que querés hacer con la carrera y a qué te querés dedicar. Pero que si realmente te gusta, ni lo dudes en hacerlo. Yo lo haría mil veces. Hay muchos que no opinan lo mismo. Yo muchas veces en las redes leo, nunca le diría a mi hijo que sea contador o licenciado; yo se lo diría, pero le diría cuáles son las cosas, los sinsabores que tenés y decime en qué carrera nos tenés sinsabores siempre cuando hablas con el médico te dice que tendría que ser abogado, el abogado tendría que ser arquitecto y el arquitecto tendría que ser ingeniero.
¿Cuál sería tu mensaje para quienes son los profesionales de ciencias económicas que van a leer esta entrevista, qué les quisiera decir, Silvio?
Que tienen que prepararse para lo que está pasando, para lo que va cambiando todos los días. Hoy el cambio que tenemos es permanente. Lo que vivimos todos, no es ninguna novedad, pero que trabajen en equipo, que busquen con quién asociarse. Hoy no se puede trabajar más solo, es muy difícil trabajar solo. Entonces tienen que generar un equipo y formar parte de un equipo para afrontar toda la diaria, todo lo que tenés. Porque del otro lado tenés equipos que están muy preparados y sin llegar a ser un partido, sin llegar a ser una confrontación ni un rival, es al que tenés que responder y con el que tenés que interactuar. Si vos no estás a la misma altura que el otro, no la pasas bien. Por eso yo digo que si se trabaja en equipo las decisiones son mucho más fáciles, el trabajo es mucho más fácil, todo se hace mucho más simple. Y antes de eso, antes de eso, le diría otra cosa, que nos aprendamos a gestionar, porque una de las grandes debilidades, y creo, estoy seguro, que nosotros tenemos es que no nos gestionamos. Fíjate qué contrasentido, nosotros le vendemos a las empresas gestión. Muchas veces nos escuchás hablar de tenemos que ver las cobranzas, las ventas, cómo viene el personal. Que para nosotros no hacemos. Nosotros, más de una vez me pasó en reuniones decirle, se los pregunto y no para que me contesten a mí, sino para que se contesten a ustedes y se valoren ustedes. ¿Quién de ustedes se gestiona? ¿Quién de ustedes sabe el trabajo que le está haciendo el cliente y si se lo está cobrando bien? ¿Quién de ustedes sabe si al cliente le conviene o no le conviene? Y muchas veces el problema nuestro está en nosotros mismos. Nosotros a veces llevamos hacia los Consejos, hacia la Federación, cosas que terminan siendo temas nuestros. Porque nosotros somos bastante malos vendiendo y bastante malos cobrando. Entonces eso se termina trasladando en algo que obviamente erosiona tu día a día, que te cansa, que hace que te sientas frustrado, pero ahí es donde uno tiene que valorar y decir, a ver, el trabajo que yo estoy haciendo, ¿vale lo que yo estoy cobrando o debería estarlo cobrando más? Yo tengo la gestión y yo sé lo que le estoy haciendo a este cliente. Y te voy a decir una cosa porque a mí nos pasó, a nosotros nos pasó. Cuando nosotros nos pusimos en serio gestionar el estudio, nos dimos cuenta de la cantidad de trabajo que regalamos. No te digo que no nos lo sigamos haciendo porque todos lo hacemos, muy bien gestionado o no, todos terminamos regalando trabajo y obviamente también a nosotros nos debe pasar que si todos regalamos trabajo, algunos obsequios debemos recibir seguro, porque si no, no puede ser que todos regalemos y nadie reciba nada. Entonces te sorprendes cuando te empezás a gestionar. Entonces lo primero que le diría, antes de lo que había dicho antes de trabajar en equipo y todo lo demás, es que gestionen su propio estudio. Nosotros somos una empresa y muchas veces nos cuesta darnos cuenta de eso.
Y ahora la última pregunta que muchas veces parece que en realidad tendría que haber sido la primera pero a mí me gusta siempre dejarla para lo último porque me parece que es la que en realidad El entrevistado, una vez que desarrolló todo, le cuesta más pensar. ¿Quién es Silvio Rizza?
Mirá, yo soy una persona que ama la profesión, que laburo muchas horas por día, pero lo disfruto. Lo disfruto mucho realmente. Creo que no me voy a jubilar nunca, sinceramente, porque no sabría qué hacer. Trato de ser una persona simple que me di el gusto de poder hacer cosas que me llenan de satisfacción, el hecho de estar en mi Consejo, el hecho de estar en una Federación, el hecho de trabajar en lo que me gusta soy un privilegiado. Entonces si me preguntás quién soy, creo que soy una persona común, con un trabajo extraordinario, y que tengo la suerte de trabajar y de vivir de lo que me gusta. Y que además tengo la suerte de tener una familia que me acompañó y me sigue acompañando desde siempre, desde mis padres hasta mi mujer y mis hijos a los que ya ahora estoy empezando yo a acompañarlos a ellos y no ellos a mí.