Karen Llanos (Tomo 167 – Folio 100) es Contadora Pública y es la Presidenta del Comité de Jóvenes Graduados del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires. Durante esta entrevista, charlamos sobre su ingreso a la profesión y al Consejo, además de la importancia del Comité para los nuevos graduados, las problemáticas que enfrentan los más jóvenes y cómo es el ejercicio profesional.
Al consultarle sobre qué la llevó a elegir su carrera contó: “Yo estudié la carrera de contador público en la Universidad Nacional de La Matanza. Hice en el secundario la orientación en economía y gestión de las organizaciones. Mientras estaba haciendo esos últimos tres años de secundario, ahí fue como ser mi primer encontronazo con la contabilidad; en materias como administración y le empecé a agarrar el gusto, más que nada, a la contabilidad. En ese momento, otra de las carreras que yo quería estudiar era turismo, pero en ese entonces no había tanta oferta. Tenía profesoras que eran contadoras, licenciadas en administración y les pedí consejos y orientación. Me entusiasmó el hecho de que ellas me decían que era una carrera muy linda y que tenía una amplia salida, una amplia gama donde uno puede desarrollarse profesionalmente”
Al respecto, en un interesante análisis del ámbito de ejercicio profesional, reflexionó: “No es que uno va a ser un contador y vas a ejercer así, de manera independiente. Sino que era muy amplio. Entonces, así es como me decidí y arranqué a estudiar la carrera de contador público”.
Karen, además, resaltó los momentos que más han marcado hasta el momento su carrera: “primeramente cuando comencé a trabajar, la primera experiencia laboral, formal, fue en un estudio contable pequeño en Castelar. El contador Ángel Vaquero, mi padre en esto de la contabilidad, de quien aprendí como manejar un estudio contable. Él me enseñó todo desde cero cuando yo estaba todavía en el segundo año de la carrera. Fue muy importante, estuve diez años trabajando en ese estudio. Y después otro momento muy importante fue cuando decidí dar el paso de empezar a ejercer de manera independiente. Fue todo un proceso, a dos años de haberme recibido. Obviamente no es algo que se decide de un día para el otro, pero fue muy importante tomar esa decisión. En tercer lugar, lo que implica el acercamiento al Consejo, que lo considero como muy importante en el desarrollo profesional”.
“El Consejo es un lugar donde yo encontré mucho apoyo. Mucha solidaridad de los colegas. Eso fue lo que más me sorprendió. La solidaridad que los caracteriza. Yo a veces digo, en general, los profesionales de Ciencias Económicas son solidarios. Fue sin dudas de gran ayuda. Por un lado, lo que es capacitación, por el otro encontrar un grupo de personas con las cuales uno está en contacto diariamente. Y eso es muy importante porque a veces uno está estresado, no da más con los vencimientos, con los plazos y el hecho de saber que tenés otro par que está en la misma, es como decir, bueno, no estoy sola en esta. Nos apoyamos mutuamente cuando salen ofertas de capacitación o el darnos ánimo dentro de la profesión independiente”.
Entre la solidaridad, aseguró que “si el día de mañana viene un cliente, con una actividad a la cual yo no tengo idea, no estoy especializada ni nada, sé que puedo recurrir a un colega que me va a ayudar, me va a orientar. Que también hay muchos colegas con mucha experiencia y que están dispuestos a dar una mano desinteresadamente. Y también en lo laboral, obviamente. Es un lugar donde yo he hecho contacto con otros profesionales. Y a través de ellos me han llegado a trabajo, propuestas laborales. Trabajar para otros contadores, para meterse a esas tareas. Y la verdad que es muy importante el Consejo”.
Hoy, su principal desafío es estar al frente del Comité de Jóvenes. Sobre ello, contó “no fue algo como que tal vez yo lo estuve planificando o buscando, sino que se dio un poco por el orden de los cargos que se van rotando en las distintas zonas. Yo era la representante de lo que es la zona de Buenos Aires Norte, entonces me tocó la presidencia y hoy en día estoy liderando, pero en realidad es el nombre de ocupar la presidencia. Es un grupo que en sí no lo lidera una persona, sino que lo lideramos entre las distintas autoridades que trabajan de forma muy comprometida para lograr los objetivos del Comité”.
“La primera vez que yo me acerqué al Comité de Jóvenes fue en la pandemia. Había tomado un curso de capacitación, estaba recién matriculada y ahí conocí a otra chica que era de la Subcomisión de Jóvenes de Morón. Desde entonces yo no conocía nada de vida institucional del Consejo. Ella me invitó a participar de la Subcomisión de Jóvenes de Morón y del Comité de Jóvenes. Me decían está bueno, viajamos para un lado, para otro lado de la provincia. Justo en ese momento estábamos en pandemia. Así que mis primeros acercamientos a las reuniones, inclusive el primer seminario de capacitación que organizó el Comité de Jóvenes al que yo asistí fue de modo virtual. Ya después cuando se empezaron a hacer las reuniones presenciales empecé a sumarme, fui a algunas, pero más activamente a partir del año pasado en el cual dentro del grupo del Comité yo desempeñé el cargo de vocal. Eso fue durante todo el año 2023 y este año, el cargo como presidenta”.
Sobre el impacto y la importancia que tiene para los jóvenes el Comité, Karen sostuvo: “el hecho de primero conocer otros jóvenes que están pasando la misma situación que vos. Tal vez uno cuando se recibe hay muchas incertidumbres, inseguridades y es un grupo, la verdad, que compartimos cosas, muchos están recién recibidos, tal vez están comenzando a formar familia, entonces vas en la misma etapa de la vida, decisiones, algunos están siendo mamás, papás, por primera vez, con desafíos laborales importantes y es un lugar donde te sentís acompañado. También he conocido colegas que me han ofrecido ofertas laborales, eso también está bueno, tenés la oportunidad inclusive hasta ponerte a trabajar en sociedad con otros, conocer que hay otros colegas que se especializan en una determinada área, entonces cuando a vos te llega un cliente y lo requerís, vos se lo podés recomendar también porque se arma una red de contactos. Todo eso es muy importante y además el hecho de que nos capacitamos continuamente, vamos creciendo en forma conjunta”.
Considerando su vínculo y conocimiento con los jóvenes matriculados, le consultamos ¿cuáles son hoy las principales problemáticas que tienen quienes recién comienzan en el ejercicio de la profesión? “Dependiendo de cómo uno decida ejercer la profesión, Si decidiste trabajar de forma independiente, son mucho más los miedos, las inseguridades que te agarran. Vos te formas en la universidad y cuando te dan el título, decís, bueno, y ahora estoy verdaderamente lista a hacer todos estos conocimientos. Creo que es muy importante para los jóvenes recién graduados involucrarse en el Consejo, en las distintas subcomisiones, en el comité de jóvenes, obviamente también, porque sí, los desafíos son muchos cuando uno recién se recibe y también obviamente depende de las personalidades de cada uno”.
Al respecto de las habilidades que deben desarrollar quienes comienzan a ejercer actividades como profesionales de las Ciencias Económicas, Karen afirmó: “creo que una de las habilidades que para mí son más importantes son el desarrollo del pensamiento crítico, para lo cual me parece muy importante todos los años que nos la pasamos estudiando y capacitándonos de la universidad. Muchas veces, inclusive a mí me ha pasado, estaba estudiando y desarrollando la demostración de un teorema en matemática de nivel 2, y dije para qué me va a servir, y yo creo que en alguna medida todas las materias y todos los contenidos que hemos adquirido durante toda esa etapa. Incluso las exposiciones, a veces cuando nos tocaba ir a estar ahí frente a todos los compañeros y dar una exposición, todo eso te va ayudando en el desarrollo personal y en el desarrollo del pensamiento crítico, que también no es que se desarrolle un día para el otro o en un cuatrimestre o que lo puedas aprender en un examen, sino que es algo que se dio durante todos estos años y que inclusive una vez recibido lo seguís desarrollando. Entonces creo que esa es una habilidad muy importante para el profesional de ciencias económicas y por otro lado también dependiendo de cómo uno va a ejercer la profesión, creo que si decidís hacerlo de manera independiente también es muy importante las habilidades sociales. Inclusive nosotros dentro del comité es algo en lo que hacemos mucho hincapié en la capacitación, en el desarrollo de habilidades blandas en cuanto a las relaciones interpersonales, el manejo de equipos de trabajo, en las relaciones con los clientes, creo que eso también es una habilidad importante para el profesional”.
Sumado a esto, Karen profundizó acerca de los desafíos que genera la tecnología para los profesionales: “Desde mi punto de vista lo veo como algo positivo, no le tengo temor a los avances tecnológicos, a la existencia de la inteligencia artificial, todo lo contrario, me parece que es una oportunidad y que son herramientas que como profesionales las tenemos que agarrar, aprender, capacitarnos en eso y ver cómo las podemos aplicar. Para facilitar nuestras tareas, nuestras labores diarias, de qué manera podemos aplicar la automatización en las tareas que uno hace en la cotidianidad, lo que son las tareas técnicas, porque eso también nos va a dar la posibilidad de enfocarnos, por ejemplo, en los empleos de asesoramiento. Muchas veces, porque tenemos gran cantidad de tareas técnicas que hacer, procesamiento de datos y demás, es como que no nos queda tiempo para hacer un asesoramiento y dedicarle a eso y seguir formándonos en ese sentido o en otras áreas que uno quisiese formarse. Y además capacitarse que a veces nos pasa que no nos queda tiempo, tenemos que hacer el tiempo para seguir capacitándonos en un mundo tan cambiante.
Al preguntarle por lo que le diría a su yo del pasado, Karen no dudó: “Que le meta y que disfrute. Creo que igualmente lo disfruté bastante. Por un lado, todo lo que fue la etapa de la formación académica, la disfruté bastante, extraño de la universidad por ejemplo el ambiente. Tal vez le diría que aproveche más a los profesores. Estás ahí y no te das cuenta bien de todo a lo que estás expuesto. A los conocimientos, a las experiencias, que es muy valorable; te automatizás, quiero meter esta materia, quiero ir corriendo para este examen; aconsejarme que fuese más esponja, absorber más de todo”.
Mientras que la recomendación para quien está por comenzar a ejercer la profesión es “que se acerque al Consejo. A veces los estudiantes, depende de donde se hayan formado, muchos desconocen de la existencia del Consejo, de la existencia de la Caja. Creo que es una institución que da mucho valor al graduado, a todos los colegas. Entonces, que se acerquen a participar de las subcomisiones, de la subcomisión de jóvenes, que obviamente no están solos. Y que también el Consejo en sí es un lugar en el cual lo hacemos entre todos. Nosotros todos somos parte. Las puertas de las delegaciones están abiertas. Los jóvenes también que participan en el comité, todos muy dispuestos a ayudar. Nos reunimos, debatimos, buscamos en qué manera también el Consejo puede mejorar, de qué forma podemos agregar un valor a los matriculados”.
Por último, Karen sostuvo: “tenemos que estar unidos más que nunca para plantarnos frente a las adversidades o frente a cosas que tal vez están en la decisión de otros organismos y que a nosotros nos complican las tareas diarias. Junto ver cómo podemos usar, por ejemplo, los avances tecnológicos, en lugar de que sea una amenaza para la profesión, que se convierta en una fortaleza. Que nosotros mismos ya estemos pensando en cómo utilizar esas herramientas e ir transformando la profesión en ese sentido. También saber que van apareciendo nuevas incumbencias y que nosotros, con todo el conocimiento que hemos adquirido en todos los años que nos formamos en la universidad, tenemos mucho para hacer”.
